Una de las corrientes pedagógicas que se ha popularizado mucho en nuestros días es la Montessori. En estas escuelas, constantemente se trabaja en la autonomía de los niños bajo el lema “Enséñame a hacerlo solo” y otra que es básica para trabajar con los hábitos a temprana edad es “Orden externo, es igual a orden interno”. Tomándolo como referencia, puedes trabajar en casa para organizar un espacio creativo y educativo para tus hijos.
Comienza con lo básico, organiza.
Siempre hay algún espacio disponible el cual podemos convertir en un espacio para tus hijos. No importa si es pequeño, lo importante es organizar de forma adecuada, con los elementos correctos.
Para empezar, elige elementos muy básicos: libreros, repisas y algunas cajoneras para mantener organizados los juguetes. Si los muebles que vas a colocar son de madera, mejor. Considera que estén a una altura en la que tus hijos, puedan alcanzar todos los elementos disponibles. Eso es importantísimo para trabajar en la autonomía de los hijos.
Dale vida a su espacio con unas plantas
Hoy en día, es fundamental en cualquier espacio, tener contacto con lo que represente vida. A los niños, les resulta muy curioso observar la forma en la que van creciendo las plantas, por ejemplo. Con macetas de diferentes tamaños o colores se puede cumplir esta función, añade una regadera y deja que el agua, un poco de sol y aire, hagan magia.
¡Un rincón para la lectura!
A los niños les encanta sentirse identificados con los cuentos. Por este motivo, unas repisas es lo más recomendable. Puedes ponerlas a su altura para tener una mejor visión de los libros o el material expuesto. También, puedes usarlas para colocar otros elementos como juguetes, canastas y diversos materiales con los que puedan trabajar.
Los espejos y percheros nos hablan de la importancia de los detalles ¡Creatividad!
¡Utiliza cajoneras!
Lo mejor es que tus hijos aprendan a reconocerse a través de su entorno. Coloca un espejo, percheros, sillas, mesas y diversos muebles que te permitan organizar. Sí son niños más grandes, integra un escritorio para sus tareas diarias una lámpara y una pizarra harán que su espacio sea más fácil de identificar. Hazles saber que cada elemento tiene asignado un lugar. Eso genera confianza, seguridad y fomenta el sentido del orden.
Hay una gran variedad de muebles, tamaños, formas y colores para mantener todo bajo control, organiza los materiales didácticos como papel, pinturas, colores, juguetes y ropa.
Integra elementos que los identifiquen.
Es una buena oportunidad para colocar fotos familiares, algunos posters, cajas, quizá hasta algunas letras decorativas, algo en lo que tus hijos se puedan identificar y reconozcan su lugar e importancia en casa.
En resumen, no necesitas de grandes espacios para brindarles a tus hijos un lugar confiable, seguro y apacible. Está comprobado que los niños que desempeñan las actividades diarias de esta forma, tienen una mejor concentración y rango de maniobra más amplio para buscar soluciones a la cotidianidad.
