Esa persona que es tu “Brotha from anotha Motha”, esa persona que es en extremo leal para ti, esa persona que está contigo en las buenas y en las malas, esa persona que a pesar de todos tus defectos y errores siempre está ahí para ofrecerte una mano, esa persona que, en ocasiones, llega a conocerte más que tu propia familia. Esto es para esa persona: Un regalo para tu mejor amigo.
La amistad siempre ha sido una relación vital para los seres humanos, desde pequeños la vida nos impone socializar con alguien más, ya sea en la escuela, en la calle o en cualquier lugar donde haya más como nosotros, y ahí, en algún punto de este planeta se encuentra él o ella, esperándonos, ya sea por casualidad, destino o un sin fin de situaciones que tú te puedas imaginar.
La asamblea General de las Naciones Unidas ha nombrado oficialmente el 30 de julio como el día internacional de la amistad, así que ¿por qué no hacerle saber a esa persona qué tanto le importas? Un regalo o detalles nunca están de más.
Bien dicen por ahí que los amigos son tus cómplices hasta la médula pero ¿qué es lo que hace que esa persona sea tan especial para ti? Las amistades pueden surgir a cualquier edad y en ocasiones entre diferentes especies, no por nada dicen que el perro es el mejor amigo del hombre. El vínculo y empatía que generamos con esa persona puede ser gracias a los mismos gustos, ideas, metas o incluso desgracias que se tienen en común, sin embargo, también puedes encontrar a tu compinche bajo circunstancias muy dispares, del odio al amor sólo hay un paso. El fulano que tan mal te caía o que pensabas que era muy “especial” termina siendo alguien inseparable para ti. De hecho, esto último es un factor muy importante que fortalece dicho lazo, pues una buena amistad complementa y enriquece a la persona, no solo en el intercambio de ideas, información y sentimientos, sino también en el hecho de compartir los buenos y malos momentos de la vida. Así que procuren siempre recordar el momento preciso en que se conocieron (no mientan, les encanta contarlo en las fiestas).
Cuando hay una verdadera amistad sana y pura no es necesario contárselo al mundo, basta con que los vean reír y desenvolverse entre ustedes para saber que están en presencia de algo muy especial.
Tal vez no lo creas necesario, pero puedes fortalecer aún más esa unión no sólo con aprecio, sino también con detalles como ropa, zapatos o incluso con piezas de decoración para su hogar, que ya sabemos que pasas buena parte de tu tiempo en ese lugar.
Al final de todo y en resumidas cuentas: no necesitas embriagarte, no necesitas un santo no necesitas un héroe… Todo lo que necesitas es un amigo.
Quién sabe, tu amistad podría llegar a algo más, pero eso es otra cosa…
